Reiki y los niños

Hubo un tiempo en el que fuimos niños, y la cultura de esa época nos formó. Con nuestras ventajas y nuestras desventajas fuimos creciendo y tratando de encontrarnos a nosotros mismos en un mundo que no fue lo que nos decían.

Pero después del desencanto, tuvimos que reinventarnos y volver a encontrar lo positivo. Una y otra vez nos preguntamos se entre tanta tecnología había lugar para una práctica como Reiki que es artesanal.

Primero probamos nosotros y resultó ser una elevada técnica de autoconocimiento, a través de un método muy sencillo.

Es ahí, en ese momento, donde renacieron nuestras esperanzas acerca del futuro. Y nos fijamos en nuestros niños. ¿Qué elementos podemos dejarles para que puedan guiarse en un mundo donde no hay mayores referentes a los que seguir?

Pues este sistema les proporciona: primero una herramienta propia para cuidarse a sí mismos y a los demás. O sea desarrolla la solidaridad y la contención.

Segundo: una manera sencilla y divertida para activar sus dones.

Tercero: desarrolla la seguridad en sí mismo y proporciona una elevada herramienta para que puedan concentrarse en lo que les toque hacer.

Siento que el pequeño esfuerzo de enseñarles Reiki, puede darnos grandes resultados en el futuro. Al menos, les dejaremos el legado en sus memorias, de que una vez, una docente, un papá o una mamá, se atrevieron a contarnos algo más.

Con esa semilla, el futuro de la vida sobre la Tierra, está asegurado.

Palabras iniciales de Claudio Márquez en su libro ya publicado: “REIKI KIDS: